Aquí te dejo algunos sencillos actos de amor servicial que harán que las cosas sean muy distintas en tu matrimonio.
Solo para esposas
Mujeres a nosotras no nos cuesta quedar atrapadas en el ajetreo de la vida, ya sean las que trabajen fuera o dentro de la casa, poniéndose al día con las responsabilidades del hogar, cuidando a los niños, dedicando tiempo a la familia y a los amigos. Ves a tu esposo como tu compañero cuando se trata de hacer cosas, pero también es tu compañero en el matrimonio. Es importante que tengas frente a ti sus deseos y necesidades. ¿De qué manera lo honras y le comunicas que lo aprecias de verdad?
- Una de tus prioridades es tener un tiempo a solas con él. En este mundo ajetreado, hay otras cosas que se vuelven más importantes que el tiempo para los esposos. Aprende a decir NO, para poder amar, honrar y cuidar a tu esposo por encima de todas las cosas.
- Honra sus cosas favoritas. Haz una lista de sus cosas favoritas como su cena preferida, su postre, alguna actividad que le gusta realizar cuando salen, algo que le gusta hacer cuando está en casa, el programa favorito, tomar café, el jardín, etc… asegúrate que él pueda disfrutar de esas cosas de vez en cuando. Que el sienta que su hogar es un oasis, un lugar a donde siempre quiera estar.
- Celebra su cumpleaños, haz que su cumpleaños sea un gran acontecimiento en el hogar, aunque él te diga que no lo desea.
- Di por favor y gracias.
- Di que lo necesitas. Él no puede leerte la mente. Aunque te conoce a veces no intuye lo que te pasa.
- Quítale una carga: Pregúntale: Si pudiera hacer algo de tu lista de obligaciones hoy, ¿En qué preferirías que te ayudará?
- Permítele ser el mismo. No supongas que tu esposo pensara como tú o como el marido ideal. Cometerá errores. Dale libertad.
- Apoya la masculinidad de tu esposo mostrándole interés en sus pasatiempos favoritos. Asiste a un evento deportivo o, de vez en cuando, mira un partido de fútbol por televisión, o el programa que al le guste ver.
- Sé más curiosa que critica con relación a tu esposo. ¿Qué cosas interesantes hace? No lo juzgues. Investiga y haz preguntas para saber porque hace las cosas que hace.
- Valora su arduo trabajo. Dale GRACIAS por trabajar con tanto empeño para ti y tu familia. Dile que ves y admiras su trabajo.
- Elógialo delante de tus hijos. Dile cuanto se esfuerza en su trabajo y lo buen hombre que es. Dile cuanto lo amas y cuán importante es para ti.
- Elogias sus esfuerzos por ser sensible. Si intenta de manera especial entenderte, escucharte o consolarte, exprésale cuánto significa esto para ti. Se especifica en cuanto a lo que te gusta en particular.
Solo para esposos
A los hombres no les cuesta mucho quedar atrapados en el trabajo y en la provisión para la familia. Sin lugar a dudas aprecian todo lo que sus esposas hacen, pero algunas veces se les olvida comunicarles su aprecio de una manera que transmita honra. Por lo general, los hombres suponen que sus esposas ya saben lo que ellos sienten. Todo lo que en realidad desean las mujeres es ver la demostración de esos sentimientos. Muchas mujeres me hablan acerca de cuanto desearan que sus esposos les dieran un gusto.
Aquí una lista de sugerencias:
- Pregúntale como puedes ayudarla o sumérgete de cabeza y ayúdala sin que te lo pida: Por ejemplo. ¿Dónde necesitas más mi ayuda? En una palabra: ¡COMIENZA!
- Cuando no estés de acuerdo, reconoce de inmediato su posición no es necesario que la entiendas ni que estés de acuerdo. Solo recuerda que ella tiene derecho a tener sus propios pensamientos. Por ejemplo: Respeto que tengas una postura firme con respecto a este asunto y siempre quiero escuchar lo que tengas que decirme. También necesito que escuches mi punto de vista.
- Nunca humilles. Si hace algo que te avergüenza frente a otros, no empeores la situación. Sean cuales sean los detalles e incluso si ella está equivocada, no lo hagas.
- Cuéntales a otros lo importante que ella es para ti. Ten su foto en tu billetera y en tu escritorio. Háblales de ella a tus amigos o a tus compañeros de trabajo. Deja que sin querer escuche que alardeas acerca de ella; ¡esto obra maravillas en la relación!.
- Apóyala frente a los hijos. Aunque no estés de acuerdo con una decisión que tome, respáldala y más tarde discute las diferencias en privado. Dile a tus hijos cuánto amas a su madre y cuánto valoras todos sus regalos.
- Nunca le recuerdes sus errores, en especial frente a otros. Aprende a perdonar y a plantearle tus preocupaciones en privado. Esto construye la confianza en el matrimonio.
- ¡Recuerda las fechas especiales! Es obvio que su cumpleaños y su aniversario son clave, pero también debieras conmemorar fechas tales como el aniversario de la muerte de los padres o de otro ser querido. Envíale una nota y consuélala en esos días.
- Nunca la compares con otras mujeres. Esto incluye a tu madre, a novias anteriores, a las esposas de los amigos o compañeras de trabajo. Ni siquiera la compares con otras mujeres de manera positiva.
- Coman juntos. No comiences a comer hasta que ella se haya sentado y no te levantes de la mesa hasta que ella haya terminado. ¡Y no la dejes sola para irte a comer frente al televisor!
- Discute las decisiones con ella antes de tomarlas, hasta en cuestiones menores.
- Coméntale lo que lees. Cuéntale los puntos clave que sacas un libro. Despierta una discusión positiva con respecto a hechos corrientes.
- Fija metas familiares, así tu esposa no se siente como si tuviera que soportar la carga. Se especificó en cuanto a lo que cada miembro de la familia debe hacer para que se complete el trabajo.
- Haz preguntas sobre su niñez. Esfuérzate por entender su herencia y por qué es como es. (Mantente al margen de las bromas que hablen de las suegras).
- Elogia su manera de cocinar. ¡Pídele cosas en especial!
Tu cónyuge tiene una serie de necesidades específicas y los esfuerzos que hagas por descubrir sus necesidades y satisfacerlas con amor es una expresión aún mayor de un amor servicial.
Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; Filipenses 2:5,6,7.
Con Amor,
Mujer
Agradecida.
Fuente: Dr. Gary y Bárbara Rosberg
Mujer Agradecida 